miércoles, 14 de mayo de 2014

El "despertar" sexual y emocional a través del masaje

En lo referente al sexo, la mayoría nos hemos apañado como hemos podido, tanto ellas como ellos. La "primera vez" es una transición a la sexualidad misteriosa, llena de vergüenza y pudor, nervios y en ocasiones algo de miedo. Sentimientos inevitables por otro lado dado el escaso o nulo "acompañamiento" parental. Los únicos consejos que solemos recibir son advertencias "usa preservativo" "no vengas embarazada" y ya está. Suficiente. Y por parte de nuestros también inexpertos amigos recibimos advertencias poco halagüeñas: "duele" y "sangras".


Dolor y sangrado, recuerdos de la menarquía (primera menstruación), un paso que marca a la mujer de diferentes maneras y muchas relacionadas con el desconcierto, la vergüenza, etc...

Así que esos recuerdos y sensaciones se unen a los sentimientos ya mencionados previos a la primera relación sexual. Sensaciones y sentimientos que suelen acompañarnos inconscientemente en cada relación sexual que tenemos o al menos en muchas. El pudor y el miedo están presentes e impiden que estés atenta a ti misma, a lo que sientes, a lo que te pasa, a lo que quieres y a quién eres.

La energía sexual (el trabajo con esta energía a través del masaje) te aporta un nivel de presencia y consciencia del momento presente y de ti misma, atravesando la barrera del pudor por mostrarte desnuda, de mostrarte entera en cuerpo y alma. Derriba la barrera de dejarte mirar, dejarte tocar y sobre todo permitirte sentir.

Y ese nivel de conciencia y autoconocimiento que se adquiere, te libera. Y cuando te sientes con tanta claridad y lucidez es muy fácil que algo cambie y mejore después, sencillamente y sin más. El "darte cuenta" de qué sientes, piensas y experimentas durante cada minuto, tiene un efecto curativo en sí mismo.

Una vez que se atraviesa ese camino, logras tener acceso a otros lugares de ti misma más agradables, otros incluso olvidados pero emocionantes, y otros que creías superados pero que siguen ahí, permitiéndote ahora dejarlos ir...

También te permite contactar con la sacralidad de tus genitales. Te permite ser consciente de que algo que valoras como sagrado, lo escondías, lo atesorabas, y que por ese mismo motivo no se podía ver, acceder, disfrutar, utilizar... te das cuenta de la importancia de normalizarlo, mostrarlo, no realzarlo tanto y simplemente tener consciencia de tus genitales, disfrutarlos y dejar de sobreprotegerlos.

Y así llega tu "despertar", tirando abajo mitos, miedos, vergüenzas, bloqueos... dándote el control absoluto de tu vida.















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