martes, 30 de abril de 2013

Nueva colaboradora y nueva aventura

Estoy muy feliz de poderos anunciar una colaboración muy especial. A partir de ahora los talleres de masaje para mujeres contará con Aurora, Psicóloga y Terapeuta Gestalt, experta en terapia grupal y apasionada del trabajo con mujeres desde diferentes ámbitos: sexualidad, adicción, obesidad, autoestima, voz, cuerpo, etc.

Nos aportará su visión, su experiencia y su profesionalidad para dar calidad y amor a los talleres.

Se considera una amante del conocimiento personal y la salud mental, experimentadora de diferentes terapias alternativas y seguidora del masaje para mujeres.

También ha experimentado el masaje en persona y ha querido compartir su experiencia con todas vosotras, así que en un par de dias podreis leer su primera entrada en este mismo blog.

Os garantizo una apasionada e interesante lectura. No dejeis de seguirnos!

jueves, 18 de abril de 2013

¿Puedo yo aprender este masaje?

Ayer tomando el té con una buena amiga, a la que admiro y respeto, y hablando sobre los futuros talleres sobre el masaje para mujeres, me preguntó: ¿puedo yo aprender este masaje?

La pregunta obviamente hacía referencia a si cualquier persona que lo desease o quisiese aprenderlo podría hacerlo a través de uno de mis talleres.

Cada uno de los talleres están enfocados al autoconocimiento primero, y al conocimiento del compañero sexual y el enriquecimiento de ambos después, por lo que en conjunto provocaría una sanación tanto de la pareja como de cada individuo.

- "¿Pero puedo aprenderlo?" Me preguntó.
- "Puedes" le contesté.

Este masaje, como masaje erótico y como "terapia" para mejorar la salud sexual, es ya de por si un masaje que puede ayudar hoy día a muchisimas parejas, pero la sanación a través de la energía sexual va mucho más allá y se puede aprender.

La técnica manual es sencilla, y con un poco de práctica se puede manejar en poco tiempo. Incluso visualizando algún video o leyendo un libro y teniendo un poco de habilidad podría aprenderse sin necesidad de acudir a ningún taller.
Pero la sensibilidad, la percepción y la destreza necesaria para saber qué ocurre y qué siento bajo las manos, necesita de un entrenamiento y unos ejercicios guiados.

En esto último es en lo que se concentran todos los talleres. El autoconocimiento y el control de nuestra energía para poder sentir con nuestras manos y dar la respuesta correcta a las necesidades de nuestra pareja, es el centro de los talleres.

El objetivo de los talleres es el mismo que el masaje para mujeres: recuperar el equilibrio y la armonia de la mujer y en consecuencia de su pareja, a través de la sanación utilizando el poder de la energía sexual.



jueves, 11 de abril de 2013

Enseñar a los hombres

Algunas mujeres de mi entorno, amigas y clientas, y también a través del correo electrónico, me preguntan y proponen un taller donde enseñar a los hombres este tipo de masaje.

La idea es muy interesante, y me seduce de tal modo que estoy preparando uno. Pues este es un tipo de masaje que realizado en pareja, puede fortalecer los lazos ya existentes o recomponer los que ya estaban un poco deteriorados; también muestra al hombre el significado del altruismo sexual y los beneficios que otorga a ambos.

Pero mientras pensaba en el taller, en cómo plantearlo y cómo transmitir mis conocimientos, me di cuenta de que antes de enseñar al hombre y darle una herramienta para fortalecer la unión con su pareja, también había que enseñar a la mujer a prepararse para ese encuentro.

Por ese motivo, he desarrollado paralelamente un taller que enseñe a la mujer a redescubrirse, a despertar su curiosidad por si misma y su propio placer, y sobre todo a cómo conseguir atraer a su pareja hacia su camino y enseñarle, con amor, cómo debe actuar con ella.

Y para las parejas que deseen compartir la experiencia del masaje, estoy preparando un taller mágico, donde se enseñe a recibir tocando, a sentir transmitiendo y a dar la respuesta adecuada en cada momento a través de la sensibilidad, el respeto y el amor.

En definitiva, cada uno de estos talleres pretende enseñar al hombre (de forma directa, a través de la mujer o en pareja) a disfrutar de la mujer, a compartir sus placeres, a preocuparse por saber qué la complace y cómo complacerla y sobre todo a conseguir una unión y una armonia absoluta.

miércoles, 3 de abril de 2013

No tengo deseo: Inapetencia sexual

Hace unos días, recibí una llamada de una mujer que estaba preocupada porque no sentía deseo de hacer el amor.

La inapetencia sexual femenina es un bloqueo que pueden sufrir algunas mujeres en alguna etapa de su vida debido al estrés, después de un embarazo, a causa de la falta de habilidad sexual de su compañero, por la menopausia... Y en la mayoría de los casos es solo pasajera.

Pero hay mujeres a las que este bloqueo le dura meses, y en algunos casos, como el de la mujer que me llamó, desde siempre.

La falta de deseo sexual no debería ser un problema en si, pues para la mujer que vive esta inapetencia, no solo es normal sino que si pudiera viviría sin sexo toda su vida.

El problema surge cuando la pareja es sexualmente activa. La mujer inapetente suele "sacrificarse" para complacer a su pareja, pero no suele hacerlo con la frecuencia que el otro necesita, y a pesar de estar muy enamorados, la relación sufre conflictos y en algunos casos llega la ruptura.

Lo curioso de estos bloqueos es que cuando la mujer se "sacrifica", disfruta del momento e incluso logra llegar al orgasmo, pero no le satisface lo suficiente como para "sacrificarse" de nuevo en poco tiempo.

Con el masaje para mujeres, se trabaja la consciencia y el autoconocimiento para que lo sexual y lo emocional se unan, para que se sienta como uno solo.

Porque queda claro que no es incapacidad de obtener el orgasmo, tampoco existen insatisfacciones o represiones, y por otro lado existe una amor y una unión hacia la pareja fuerte e incondicional. Lo que no hay es lo que vincula al sexo y al amor: el deseo.

La energía sexual liberada en el masaje "abre" esa puerta que comunica ambas cosas. Despacio, ayuda a descubrir que el deseo si habita en nosotras, solo que yacía dormido. Y como la persona que no está acostumbrada a hacer ejercicio, al principio provoca pereza, otras veces parece un esfuerzo, pero poco a poco se coge el gusto y finalmente se hace imprescindible en nuestras vidas.