viernes, 8 de noviembre de 2013

Mi primer orgasmo

El siguiente post relata en primera persona la experiencia de una mujer de 36 años a lo largo de su vida sexual y su encuentro con el masaje de sanación. Una mujer que a pesar de haber tenido varias parejas sexuales, no sentía placer y no conocía el orgasmo. Su historia puede parecer sorprendente para unas mujeres y cercana para otras. Ella lo cuenta con la intención de que, aquellas que se identifiquen con ella, sepan que no son las únicas. De que su historia las ayude.

Su testimonio es largo, y estuve tentado de ponerlo en dos partes o incluso resumirlo, pero es un relato tan entrañable y valiente, que merece la pena dedicarle un rato y leerlo completo, tal y como lo envió. Ella os agradece de antemano vuestro tiempo y vuestros comentarios.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Sobre mitos y prejuicios sexuales

Quisiera compartir un texto extraído de un taller de erotismo y sexualidad impartido por María Adela Mondelli, Psicóloga social, Sexóloga Educacional y Psicoanalista. Interesante y reflexivo.

“Todos tenemos un Sistema de Valores Sexuales, constituido por nuestras experiencias tempranas, nuestra historia familiar, nuestros grupos de pertenencia, nuestros valores estéticos, nuestros acatamientos y rebeldías a los mandatos familiares, sociales, a prejuicios, a mitos, a creencias. Mitos que se constituyen en verdades incuestionables para determinados grupos en ciertos momentos históricos. Por ejemplo, que la mujer no puede quedar embarazada durante la menstruación es un mito, y como tal sin asidero científico alguno.

martes, 29 de octubre de 2013

Cuando saber muchas técnicas sexuales no es lo importante

Existen muchas y variadas técnicas amatorias. Unas circulan por internet y otras vienen en libros. La cantidad de información sobre cómo ser mejor amante es abrumadora. Decenas de maneras de practicar el sexo oral (que curiosamente siempre esos consejos que lees son los mejores para realizarlo), decenas de posturas para obtener mejores orgasmos, los secretos de la multiorgasmia… e Infinidad de formas de volver loc@ a tu pareja.

Evidentemente no pretendo con este post desechar todas y cada una de estas técnicas, pues muchas son realmente efectivas y muy buenas para enriquecer la sexualidad propia y en pareja. Tan sólo creo que hay que esforzarse por distinguir y elegir entre tanta información y sobre todo no dejarse llevar por todo lo que se recomienda y se anuncia. Por otro lado tampoco pretendo generalizar, sino que basado en los testimonios de las mujeres que acuden a mis sesiones mi sensación es que no hay tantos buenos amantes como lectores de todos esos trucos y consejos. Es más, cuantos más artículos sobre cómo hacer mejor ésta u otra práctica sexual más insatisfacción parece generarse.

Y las causas principales, a mi modo de ver, son tres:
·       La primera es el ego. Cuando una persona lee un consejo de cómo realizar sexo oral increíble, por ejemplo, y decide ponerlo rápidamente en práctica, lo hace pensando en el reconocimiento de qué buen amante es y en oír que ha sido el mejor sexo oral que les han practicado en la vida.
·       La segunda es el no saber elegir la técnica o el movimiento adecuado en el momento preciso. Todo se realiza de manera mecánica, paso a paso como un manual para montar un mueble.
·       Y la tercera y para mí la causa más importante, es que pretendemos correr antes que aprender a andar. Aún no hemos aprendido a disfrutar de nuestra sexualidad, tirar abajo creencias y tabúes, tópicos, miedos, pero queremos ser los mejores amantes y saber las mejores técnicas.
Nos educan desde pequeños en cientos de cosas pero se asume que en la sexualidad, todos nacemos con el conocimiento, la habilidad y la capacidad de relacionarnos cuando toda esa energía se sexual despierta al llegar a la pubertad. La educación sexual desde temprana edad es tan importante como la educación intelectual y social.

Mi consejo respecto a este tema es que sigas leyendo y descubriendo sobre temas y técnicas sexuales como hasta ahora, pero antes de ponerlas en práctica comiences por disfrutar de tu cuerpo, del de tu pareja, te dejes llevar sin pensar en hacer esto o aquello; busca el placer de tu pareja, siéntelo, pon tu atención en su respiración, sus movimientos, sus gestos, sus indicaciones; disfruta de lo que haces, siente cada caricia, transmite tu deseo en lugar de tus “conocimientos”. Así, cuando apliques todo lo que has leído y aprendido será un juego divertido, tu ego desaparecerá y sentirás la correspondencia de tu pareja sin que te lo diga, sabrás cuando parar, cuando cambiar o cuando seguir sin variar nada de lo que estás haciendo. Comunícate, ríete, sé cómplice de tu pareja… pero sobre todo… DISFRUTA con ella.


miércoles, 16 de octubre de 2013

Mujer y orgasmo: Cuando el placer se resiste

Son muchas las razones por las que una mujer acude a una de mis sesiones, pues la sanación emocional y sexual abarca un amplio espectro, pero hoy quiero hablar de una razón por la que últimamente están acudiendo más mujeres: La insatisfacción orgásmica.

Esta insatisfacción a la larga genera una insatisfacción mayor por el resto de aspectos de nuestra vida (imagen personal, estilo de vida, pareja, familia, alimentación…) y nada de lo que hagamos calma la ansiedad producida por un tiempo duradero. Hagamos lo que hagamos siempre vuelve. Generando a la vez tensión, tristeza, rabia, malhumor… ocultando poco a poco el origen hasta que somos incapaces de reconocer la insatisfacción sexual como el verdadero problema. Es más, cuando se hace referencia al orgasmo, la mayoría dicen que todo es perfecto, pues han asimilado su situación como algo normal, ellas son así y no hay más vuelta de hoja. Su estado se debe a otra causa. O incluso creen que el sexo es así.

lunes, 14 de octubre de 2013

La energía sexual

Según el Tao, tanto por el universo como por el cuerpo humano circula una energía invisible llamada Chi (ki en Japón y Prana en India). Esta energía circula por unos canales energéticos por el cuerpo al igual que la sangre lo hace por las venas y las arterias. Según la medicina oriental, mientas el cuerpo humano conserve suficiente reserva de energía y mientras su circulación no se encuentre alterada, el hombre permanecerá sano física y psíquicamente.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Por qué un masaje para mujeres

En nuestra sociedad actual, a los jóvenes se les enseña todo tipo de cosas que se consideran importantes para su crecimiento y bienestar. Pero curiosamente, el cómo desarrollar relaciones amorosas sanas y duraderas no es una de ellas. Se asume que todos nacemos con el conocimiento, la habilidad y la capacidad de relacionarnos y amar satisfactoriamente. Y la triste verdad es que en la pubertad, cuando la sexualidad comienza a despertar y se tienen las primeras experiencias sexuales, no se tiene ni idea de cómo canalizar adecuadamente la energía sexual.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Un masaje especial

Hoy me gustaría compartir con vosotr@s un masaje muy especial para mí. Hace unos días realicé una sesión a mi pareja.

Aunque todos los masajes son especiales, pues trabajar con la energía y lograr el "despertar" emocional-sexual de cada mujer que acude a mí hace que así sean, es el primer masaje de sanación que hago a mi pareja y la sesión ha sido tan sorprendente, satisfactoria y sobre todo con un resultado tan inesperado, que ha añadido un nivel más de "magia" a mi trabajo.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Sexo oral (a una mujer)

Hablando ya sea con las mujeres que acuden a sesión conmigo, como hablando relajadamente con algunas amigas, la mayoría suele sacar a conversación que los hombre con los que han estado o están no saben practicarles el sexo oral. Algunas incluso me comentaban que a pesar de indicarles que fueran más suaves o más despacio ellos no hacían caso y terminaban por hacerles daño en algún caso. En otros casos conseguían que se retiraran, o que perdieran el interés por el sexo oral.


sábado, 31 de agosto de 2013

¿Qué es el masaje para mujeres?

¿Para quién es y en qué consiste este masaje?
Este masaje está creado y planteado para todas aquellas mujeres que queráis hacer una indagación en vosotras mismas tanto en el plano emocional como en el plano sexual, dos aspectos de nuestra naturaleza que están muy unidos.

El masaje se divide en dos partes; la primera está enfocada a ir relajando de una manera muy concreta y profunda la mente, con el objetivo de eliminar las barreras que levantamos respecto a nuestro cuerpo y nuestra sexualidad.

viernes, 16 de agosto de 2013

Reconocer un bloqueo

Aurora, como ya sabeis, es una psicóloga que me ayuda en mi trabajo asesorandome y guiándome en algunas cuestiones y además es colaboradora de este blog. Los que ya sois seguidores del blog, habreis podido leer "el viaje de Aurora" que ha ido presentándonos en varias partes y donde nos cuenta su experiencia sobre el masaje para mujeres desde el punto de vista tanto personal como profesional. Aún le queda al menos una parte más de su viaje por enseñarnos, pero a la espera de que nos la envíe, quisiera yo hablaros de mis sesiones con ella.

miércoles, 26 de junio de 2013

Qué siento durante una sesión

Han sido varias las personas que me han preguntado qué siento cuando les realizo un masaje. Ellas siempre me describen su experiencia como algo que va más allá del masaje (de hecho esa es la intención, ya que trabajamos con la energía sexual) y como un "despertar" o un desbloqueo de algo en su interior que no saben describir en un primer momento. Otras mujeres lo que logran sentir es su propio bloqueo, tomando conciencia de ello, lo que les ayuda a encontrar una solución por ellas mismas.
Suelen ser tan claras esas sensaciones, que quieren saber si yo también he sentido esa energia recorriendo su interior y si no están sugestionandose (una posibilidad en ocasiones problable).

Las sensaciones que yo siento cuando realizo un masaje para mujeres son varias, y varían mucho de una mujer a otra y con la misma persona también varía de una sesión a otra, pero terminan coincidiendo con su estado, con sus bloqueos.

Esto ocurre porque estamos trabajando con energía, y la energía de cada persona no solo es distinta respecto a otra persona, sino que es distinta en la persona misma de un dia a otro debido a nuestro estado de ánimo. Pero para que podais entenderme, dejaré a un lado la sanación en si e intentaré ser más explícito, y así también intentar ayudar a todos aquellos hombres que quieran realizarles a su pareja un masaje, que sepan por dónde deben ir, aunque cada uno, logicamente,tenga sus propias experiencias.

Cuando he hablado en otras ocasiones de altruismo sexual, no sólo me refiero a entregarse por completo a la mujer en sus necesidades físicas ni sus deseos, sino también a no pensar en nada cuando estamos dando el masaje, a estar atento a su lenguaje corporal, a percibir todo y cuanto sucede bajo las manos e intentar interpretarlo. 

Las primeras sensaciones comienzan al colocar las manos encima de la piel. Al extender el aceite. Ahí comienzo a percibir la temperatura de la piel, su textura, sus pequeñas irregularidades, qué zonas son más blandas y cuales no, si hay tensiones, etc... Y me concentro en toda esa información porque al hacerlo, entro en una especie de meditación que me impide distraerme y me permite dar toda mi atención al masaje. 

Una vez extendido el aceite por todo el cuerpo realizo pases largos y suaves desde los tobillos hasta los hombros, para comprobar el grado de relajación de la receptora. Y poco a poco voy aumentando la presión sin variar la velocidad. Durante el masaje corporal masajeo el tiempo que sea necesario para conseguir una relajación completa, sin prisa ni intenciones, sólo me limito a masajear y "escuchar" su cuerpo. También voy percibiendo su energía, cómo la energía sexual va despertando y aumentando. Esta sensación va más allá del simple tacto, es más bien una especie de cosquilleo bajo la yema de los dedos, una vibración muy sutil que va en aumento acompañado de una especie de calor distinta a la que desprende el cuerpo.

Esa misma percepción de la energía es la que me va indicando dónde pasar de nuevo mis manos, si debo continuar o parar, si estar más tiempo o pasar a otra zona.

Quizás todo esto pueda parecer dificil pero con la práctica, cualquier hombre podrá dar la respuesta correcta a su pareja durante el masaje. Mi recomendación es que no se piense en nada, sino sólo prestar atención a todo lo que sucede bajo las manos y hacer caso de la intuición.

Cuando paso al masaje genital, las sensaciones percibidas se convierten en imágenes, en conocimiento guiado por la intuición. Y cada sesión es muy distinta, dependiendo de las necesidades de cada mujer.

Una vez visualicé un globo, un globo enorme que iba hinchandose a medida q realizaba el masaje, hasta que chocaba con un techo. La sensación era que el globo necesitaba romper ese techo para salir flotando y recuperar la libertad. Era como si ese techo impidiera que se hinchara en toda su capacidad. Pero tampoco el globo se atrevía a hincharse más, pues temía explotar antes de conseguir romper el techo. Al comentarlo con la receptora, el globo resulto ser su deseo, su ansia de disfrutar de su sexualidad y el techo, la barrera que se imponía ella misma al hacer el amor porque de algún modo le daba miedo perder el control de lo que sentía si se dejaba llevar. Pero con el masaje pudimos ablandar el techo, hinchar el globo más y más hasta que esa mujer pudo liberarse de la barrera que ella misma había creado y disfrutar plenamente del sexo.

Con cada masaje de sanación sexual, percibo una imagen distinta o unas sensaciones que unidas a lo percibido por la mujer ayuda a entender el bloqueo, por lo que hablar de lo sucedido durante el masaje es tan importante como la conversación previa y el propio masaje.







lunes, 10 de junio de 2013

Cómo dar un masaje erótico a una mujer (y no morir en el intento)

Los hombres estamos a costumbrados a leer y releer artículos y consejos sobre cómo tocar a una mujer, dónde tocarla, cómo provocarla el mejor de los orgasmos, etc... y aunque muchos de esos artículos sean muy interesantes y nos descubran cosas que no sabíamos, leerlo sólo nos proporciona un conocimiento teórico que cuando lo ponemos en práctica vemos que no conseguimos el objetivo y nos frustramos rápidamente. Otros de esos artículos, los menos, son más explícitos al ir acompañados de vídeos demostrativos o fotografías, pero al final conseguimos más de lo mismo.

¿Por qué ocurre eso? Pues generalmente por dos motivos:
El primero sencillamente es que todos esos consejos y trucos están indicados para que todo lo que te descubren de nuevo lo practiques. El conocimiento sin experiencia de campo no sirve de nada, pues la mujer (al igual que los hombres) aunque muestre generalidades cada una tiene sus gustos, sus preferencias y reacciona de distinto modo a cada estímulo. E incluso, a pesar de lograr una gran experiencia y haber practicado hasta la saciedad todos y cada uno de los trucos y consejos que has leído, puedes encontrarte con una mujer a la que todo lo que le hagas no le produzca más placer que un amante novato.

Y esto nos lleva al segundo error y el más importante a mi modo de ver: El egocentrismo. Ya no sólo el querer ser el mejor amante del "mundo mundial", sino el que se lo digan, el que las mujeres hablen de sus habilidades amatorias. Esto provoca que se pongan en práctica los consejos leídos con precipitación, llevando a la frustración porque no sale a la primera.

¿Entonces qué se puede hacer? En mis talleres, además de enseñar cómo dar un masaje erótico, también doy algunas indicaciones que compartiré con vosotros y que espero que os ayude un poco. Son cuatro:

Primero: Elimina todo tipo de egocentrismo. Si quieres dar un masaje a una mujer y que realmente disfrute, hazlo por ella, no por ti. Tiene que gustarte de verdad querer hacerla disfrutar. Y por supuesto, al acabar no preguntes. Que ella sienta que es un regalo, no tu examinadora. Entrégate y no esperes nada a cambio.

Segundo: Prepara el ambiente. No es lo mismo decirle a tu pareja que vas a darle un masaje (que de todos modos le gustará) a que entre en una habitación con velas, música suave y un bote de aceite en la cama o donde hayas pensado realizar el masaje. De esta manera sólo tendrías que decirle que se quite la ropa.

Tercero: La relajación de la mujer antes del masaje es muy importante. Algo que funciona bien y que es muy placentero, además de ir excitándola, es un baño o una ducha donde tú seas quien la enjabone. Pero una advertencia: Los genitales sólo rózalos, no los toques ni te detengas ahí. Estás empezando y no importa si ella te toca y acaricia a ti, lo que queremos es que su energía sexual se active y comience a aumentar. La forma de hacerlo depende de tu imaginación, pero suele ser muy sensual que ella te de la espalda y tu enjabones su espalda haciendo círculos con tus manos sin olvidarte de la nuca, después su abdomen, sus pechos pegándote a ella, que sienta tu pene pero evitando que se dé la vuelta y roce directamente tu pene con su vulva. Aprovecha para utilizar algún consejo que hayas leído o te hayan recomendado.

Cuarto: Antes del masaje, haya habido ducha previa o no, debes tener en cuenta una serie de indicaciones. No hay prisa por nada. Piensa siempre en ella. Olvídate de ti y de tu pene al menos durante una hora. Por supuesto que puedes excitarte con lo que ves y con lo que sientes, pero deja tu mente en blanco y no te pongas expectativas. Simplemente disfruta de lo que haces y de su placer.

Y ahora comienza el masaje. Aquí puedes aplicar todo lo que sepas sobre masaje, tantra, lo que hayas visto en vídeos, lo que hayas leído, pero sobre todo déjate llevar, fluye, no importa cuantas veces repitas el mismo pase. Lo importante del masaje es que sea lento pero profundo. Tranquilo y envolvente. Comienza boca abajo y por las piernas, dedícale un rato al interior del muslo pero sin llegar a rozar su vulva. Mueve tus manos desde los tobillos hasta los hombros y viceversa. Masajea despacio sus nalgas, en círculos, amasando... pasa a la espalda y haz movimientos de ida y vuelta, regresando siempre por los costados para rozar sus pechos, dejando entrar un poco la yema de tus dedos por debajo de ella. Trabaja su cuello con suavidad, su cabeza... dale la vuelta y repite los movimientos desde los tobillos hasta los hombros. Juega con mas profundidad con el interior de sus muslos. Comienza a rozar levemente su vulva. Masajea su pubis, haz círculos sobre su abdomen, pasa las manos desde su pubis hasta sus hombros pasando por el esternón sin tocar los pechos y baja por los costados. Después de varios pases incluye sus pechos. Párate en sus pezones y dibuja círculos con tus yemas muy suave, pellízcalos con delicadeza. Pasa tus manos de arriba a abajo y de abajo a arriba por todo su cuerpo. No te olvides de sus manos y brazos. Masajea profundamente las palmas. Hazlo todo con mucha calma, obsérvala y repite más tarde lo que la hace suspirar. Y cuando veas que su respiración es muy agitada, que se contonea, y que le has dedicado al menos 40 minutos al masaje, pasa a masajear su vulva. Coloca una mano apoyada sobre sus labios, y deja que sienta el calor de tu mano durante unos segundos. Entonces con el pulgar y el índice masajea uno de sus labios mayores durante un minuto, luego pasa al otro. Para y pasa tus manos por su cuerpo, sus pechos y vuelve ahora a repetir lo mismo. Coloca tu mano cubriendo toda su vulva de nuevo. Y masajea esta vez sus labios internos de uno en uno. Después juega con su clítoris pero por encima del capuchón que lo cubre, no lo toques directamente. También puedes jugar alrededor de él. Acaricia la entrada de su vagina. Primero con un dedo y luego con dos. No los introduzcas sólo juega. A partir de aquí puedes continuar acariciando su clítoris, introducirle los dedos y masturbarla o hacer lo que más te apetezca: Sexo oral; colocarte encima, besarla durante un buen rato y luego hacer el amor,... eso ya es a libre elección.

Las indicaciones que acabo de dar para realizar el masaje no dejan de ser consejos muy generales, que seguramente ya hayas leído en otros sitios o te parecerán similares a cosas que ya has intentado. Lo que yo quiero con esto es que cojas la esencia:
Masajeala, tócala y acariciala con mucha paciencia, pensando únicamente en ella y en su placer. Dedícale tiempo, no tengas prisa. De esta manera no importa cuán hábil seas masajeando o cuántas técnicas amatorias conozcas. Ella siempre disfrutará de todo lo que le hagas y sabrá recompensarte. Además de que la harás muy  feliz.

viernes, 7 de junio de 2013

¿Importa el tamaño del clítoris?

Se habla mucho y se debate sobre el tamaño del pene, si es mejor más largo que ancho, más ancho que largo, las dos cosas ("burro grande ande o no ande"), a partir de qué centímetros se considera grande, qué tipo de pene prefieren las mujeres, y un largo etcétera.

Pero pocas veces se ha hablado o debatido sobre el tamaño del clítoris. Yo quiero hacerlo hoy pero desde un punto de vista personal, advirtiendo que puedo caer en error, pues tan sólo será una visión basada en mi experiencia con las mujeres que acuden a mis sesiones. Pero quiero hablar de ello porque no son pocas las mujeres que han requerido de mis masajes de sanación sexual porque (aunque a alguna mujer le pueda parecer increíble) no conseguían o les costaba muchísimo trabajo llegar al orgasmo a través de la estimulación del clítoris. Y muchas de ellas me preguntaban: ¿El tamaño del clítoris influye en el placer? ¿importa el tamaño?

lunes, 27 de mayo de 2013

Mi viaje (3ª parte) por Aurora

Quedaba pendiente compartir los días siguientes al masaje recibido por Alejandro. ¡Madre mía! Excitación casi constante, alegría, agradecimiento a mi persona por permitirme hacer algo así, sentirme muy sexy y sobre todo algo sutilmente nuevo: me sentía especialmente mirada por los hombres y también sutilmente noté que sentía menos vergüenza que anteriormente y la que sentía, podía sostenerla más fácilmente. Incluso si soy sincera, me gustaban las miradas. He empezado a disfrutar de la mirada del varón. Estoy empezando a dejarme ser vista, a esconderme un poquito menos como mujer. Insisto, este movimiento es muy sutil, incluso ahora al escribir sobre ello me doy cuenta de que lo había olvidado y que quizás me haya vuelto a esconder algo. Pero noto mis ganas de mostrarme, de estar visible, de estar en el mundo, de sentirme deseada y sobre todo…de desear.

Por supuesto, me masturbé innumerables veces rememorando las situaciones vividas. Notaba más mi sexo, su presencia, su palpitación, su existencia, mi excitación, mi erotización. Esto sí que ha seguido perdurando en el tiempo y estoy muy agradecida a notar su presencia casi continua. Y noto cómo me excito en este preciso momento mientras escribo sobre mí. Nunca habría imaginado que compartiría con el mundo algo así de mí misma. Mi fantasía quizás era más egoica. Siento algo de pudor al mostrarme con tanta claridad.

Hice coincidir el masaje con un viaje de mi pareja así que tuve casi una semana para estar sola en casa y poder reflexionar, encontrarme conmigo misma, dejarme estar en lo que había, digerir todo lo ocurrido, etc.

A lo largo de los días me aparecía una clara apetencia de repetir la experiencia, con los típicos juicios que suelen acompañar a las acertadas necesidades de cada uno del tipo “nunca tienes suficiente”, “para qué quieres otro masaje”, “a ver si te vas a volver loca con estos masajitos” y un larguísimo etcétera que supongo os sonará. Bueno, lo dejé estar. Pero me seguía apeteciendo y de nuevo los juicios “qué va a pensar Alejandro”, “tienes mucho morro” y otro largo etcétera. Total, que finalmente llamé a Alejandro y le hice conocedor de lo que me estaba sucediendo, y al contarle me di cuenta de la importancia de lo que subyacía al deseo de un nuevo masaje.

Contándole, le dije una gran verdad que en la primera sesión no había compartido: en toda mi vida sexual sólo había conseguido tener un par de orgasmos con penetración. No conocía mi punto G y sentía que a mi pareja le frustraba el que no alcanzara el orgasmo con él durante la penetración. Las dos veces que lo había conseguido había sido con mi anterior pareja. Alejandro, como buen profesional, comprendió lo que compartía, agradeció que lo compartiese y efectivamente me propuso una nueva sesión para conocer y vivenciar mi punto G. Encantada de la vida claro. Sentí que mi trabajo personal sobre mi sexualidad iba cobrando más sentido y direccionalidad cada vez. Ahora había un objetivo muy claro y bello para mí.

Me parecía casi imposible esto de acceder a esta posibilidad de mi cuerpo. Siempre he sentido (aunque soy consciente que me pasa con más aspectos de la vida, de mi vida) que era algo a lo que yo no tengo acceso, como si no fuera para mí, y sí para otros. Algo relacionado con el permiso personal que yo me doy a sentir placer, algo de legitimización, de derecho. Yo no tengo derecho, los demás sí. Y claro, me doy cuenta de que es un error, una idea irracional, un esquema asentado en el tiempo erróneo. Pero claro, si uno cree que no tiene derecho a algo, nunca va a optar a ello. Darme cuenta de esto me pone triste.

Y también me alegra sobremanera verlo para poder destruir esta idea errónea y legitimizar mi derecho al goce y al placer conociendo mi cuerpo. Y sobre todo, me alegra sentir que estoy abriendo una puerta personal nueva que me invita a la exploración, experimentación y disfrute de mi sexualidad porque tengo la intuición de que esto tan solo acaba de empezar y eso me genera a su vez una gran motivación para continuar mi viaje porque si hasta aquí ha sido y está siendo maravilloso…olfateo la amplitud de posibilidades.

En la siguiente parte les contaré la segunda sesión de masaje sanador que recibí de “las manos” de Alejandro.  

miércoles, 22 de mayo de 2013

Masaje cuerpo a cuerpo

Hoy he tenido una nueva experiencia dentro del masaje para mujeres. Una experiencia que ha ido más allá del propio masaje, pero que ha sido igual o más terapéutico que el masaje sexual.

Hoy me llamó una mujer de 44 años porque necesitaba un masaje. En principio no quería una sanación sexual sino un masaje erotico sin más; quería sentir y disfrutar de unas manos masculinas. 

Así que después de hablar sobre el masaje que iba a recibir, lo que quería conseguir, lo que le ocurría y cómo lo trabajaríamos, pasamos a la habitación. En esta ocasión el masaje lo realicé sobre futón en lugar de camilla (esto varía según las necesidades de cada mujer).

Comencé el masaje como siempre, con una pequeña toma de contacto y extendiendo el aceite por todo el cuerpo. Y nada más empezar, la mujer me pregunta si podía interactuar conmigo, tocarme, "las piernas nada más". Me extrañé, pues era la primera vez que me hacían una petición así, pero accedí. Al fin y al cabo, estamos en una sesión terapeutica, donde buscamos que la mujer se sienta bien y consiga llegar a la relajación para después experimentar la sanación sexual. Y me alegré de haber aceptado porque fue la manera de que casi al instante, me contara la verdad de su necesidad de recibir este masaje: Su marido es bastante más mayor y por problemas de impotencia de él, llevaba dos años sin tener ningun tipo de relaciones sexuales ocasionándola una frustración que la estaba consumiendo.

Y fue al saber esto cuando se me ocurrió cambiar el masaje. Ella necesitaba mimos, contacto... Estaba claro que necesitaba su orgasmo, liberar tensión, estrés, sacar toda esa energía sexual que la estaba consumiendo... Pero algo me decía que había que cambiar el método. Y me acordé del masaje cuerpo a cuerpo que se ofrecen en centros de masaje eroticos. Se lo comenté y le pareció acertado, le gustó la idea. He de señalar que la comunicación con ella fue muy buena y constante durante toda la sesión, algo que ayuda muchisimo a que el masaje vaya por el camino correcto y se consigan los objetivos.

Me quité la camiseta, me coloqué entre sus piernas (ella estaba boca abajo) y comencé a deslizar mis manos por sus tobillos subiendo hasta sus nalgas, las pasé por la espalda y entonces mi cuerpo siguió a las manos, pasé mi pecho y mi abdomen por las nalgas y toda la espalda mientras mis manos seguian masajeando ahora sus brazos y sus manos. Comencé a resbalar, a llevar mi cuerpo de arriba a abajo y en circulos, usando mis manos a la vez que me deslizaba por su cuerpo. Y poco a poco fuimos entrando en una dinámica que transformó el contacto piel con piel de los mimos iniciales, a un nivel del masaje sexual desconocido para mi, muy diferente pero muy efectivo y satisfactorio.
El aumento de la energía sexual fue muy potente, un despertar intenso, que aumentó aún más al cambiar a la posición boca arriba. El erotismo desatado fue finalmente la sanación que esa mujer buscaba, que necesitaba, y que acabó con la descarga de esa energía sexual acumulada ayudando más todavia a la sanación que en un principio esa mujer creia no necesitar.

Toda la sesión fue para mi diferente, una nueva experiencia pero sobre todo una lección más sobre la energía y la sexualidad femenina, las necesidades y sobre todo la manera en que se satisfacen dichas necesidades.

sábado, 18 de mayo de 2013

Olvidarse de lo importante...

Hace un par de días, viajando en el metro escuché a unos jovenes hablando de "técnicas" sexuales, presumiendo de lo habilidosos que eran unos y riendose de lo poco q sabían otros.

Cuando se es joven sólo se intenta destacar, ser el mejor en algo y que te admiren tus amigos; alimentamos al ego hasta limites insospechados, aunque considero que se trata de parte del proceso evolutivo, del desarrollo de la personalidad.

Lo que me llama la atención es que muchas de las habilidades de las que hablaban y presumian de dominar, las han sacado de internet, de esas miles de páginas que explican cómo convertirte en un gran amante, en el mejor.

Y eso me explica las numerosas insatisfacciones con las que acuden a mis sesiones las mujeres.

Algunos hombres piensan que conocer la anatomía femenina, distintos tipos de técnicas de cama y ser vigorosos es suficiente para dar satisfacción y placer a una mujer. Y cuando se acuestan con una mujer solo esperan el reconocimiento, el aplauso de lo bien que lo han hecho, cómo han sabido excitarlas, cómo sabían dónde tocarlas; tristemente la mayoría les da el gusto y si te he visto no me acuerdo. Y si topan con una mujer que no temen decir la verdad y les cuentan que no han tenido ningún orgasmo, les hacen entender que el problema es de ellas, porque ellos saben lo que hacen.

Y para una noche puede estar muy bien (o no) pero resulta que a ese tipo de hombres se les olvida lo más importante... Ellas. Cuando sólo se preocupan de sus egos, de que se les reconozcan como estupendos amantes, se olvidan del verdadero placer de la mujer, de saber qué les gusta realmente, de hablar con ellas, preguntarles y disfrutar en pareja.

Y la unica solución está en la propia mujer. En que tienen que recordarles a los hombres lo que es verdaderamente importante: conocerse y disfrutar del otro. Explorarse y jugar, experimentar juntos. Las mujeres tienen que tomar el control de su propia sexualidad, pedir, hablar, guiar. Conocerse para dar a conocerse. Y tener claro que el sexo no es una carrera, ni un concurso, sino una forma de expresión de dos almas...



viernes, 10 de mayo de 2013

Mi viaje (2ª parte) por Aurora

Ya introducida completamente en el viaje del masaje he de decir que es de una auténtica exquisitez. El movimiento de sus manos, de sus antebrazos, la delicadeza, la fuerza, las diferentes partes del cuerpo que va masajeando, la manera tan paulatina de acercarse a mi sexo, el ir y venir sin prisa y sin pausa, el olor del aceite en mi cuerpo, el aumento de la intensidad de mi respiración, el gusto de estar allí, la confianza que iba apareciendo de dejarme hacer, de dejarme tocar, de dejarme sentir. Arriba, abajo, boca abajo, boca arriba, espalda, piernas…¡qué gusto mujeres! Si el viaje solo durara hasta aquí, incluso merecería la pena. Pero hay más, mucho más.

De nuevo pudor por escuchar mi respiración, mis gemidos, por empezar a sentir ganas de abrir un poco más mis piernas. Mucho gusto, mucho gusto. Y pasamos del masaje indirecto de mi sexo al masaje directo de mi sexo. Me costó dejarme estar en la excitación pero me gustó permitirme también esta opción de no estar excitada pero sí disfrutona porque creo paradójicamente, que esto justo fue lo que me permitió entrar en el gran campo de la erotización, el dejarme estar también con lo que no había. Estaba tanto en mí que podía darme cuenta de cada sensación corporal que sentía y esto me ha proporcionado mucha información sobre mí. Sentía gusto por estar sintiendo lo que sentía, aumentaban mis gemidos, mis movimientos de cuerpo, aumentaba el ritmo con el que Alejandro me estimulaba y lo que me aparecía con mucha claridad era algo así como “así está bien, no sé si voy a seguir subiendo pero esto me está gustando, quédate ahí y así, sigue” y pum, subía una especie de nivel y empezaba a sentir más placer y volvía a aparecerme de nuevo “así está bien, no sé si voy a seguir subiendo pero esto me está gustando, quédate ahí y así, sigue” y pum, otro especie de escaloncito de nuevo y otra vez ese pensamiento.

Entiendo que a eso se le podría nombrar como satisfacción, plenitud y que justo esto es lo que nos hace ir ascendiendo en el placer, la excitación y alcanzar el orgasmo. Pude comprobar por mí misma aquello de la importancia de disfrutar el momento, el presente, no esperar nada del segundo siguiente y mucho menos estar pendiente del final, del orgasmo y que justo esto es lo que nos abre las puertas del cielo. Gozar del camino. No exigirme nada y mucho menos estar en un sitio o momento distinto al que estoy. Sentía un “no sé dónde voy pero así ya está bien” Muy recomendable mujeres. Vuelvo a excitarme al recordarlo.

Qué importante es para mí no exigirme y dejarme estar en lo que hay aunque no corresponda con lo que creo tiene que haber. Esto sí que es un verdadero viaje.

Cuando mi excitación empezó a subir y subir y empecé a gemir más, a erotizarme entera fue cuando utilizó conmigo una frotación del clítoris de una manera que nunca había experimentado y que luego le pregunté cómo lo había hecho porque la sentía muy acertada para mí.

En algún momento se me pasó por la cabeza que los vecinos iban a oírme y me sonreí pensando que eso era una favor para ellos, un acto de generosidad por mi parte y me dejé llevar y claro…me excitó muchísimo pensar que me oían. Antes de empezar la sesión pensé que a lo mejor me cortaba el chillar por ellos, pero no, estaba equivocada, al revés.

Y claro, finalmente alcancé el orgasmo y las puertas de ese tan nombrado cielo se abrieron y allí me encontré con la señora Facilidad: facilidad de ser, facilidad de estar, facilidad de compartir. Allí viví lo fácil que es en realidad todo, lo fácil que es poder acceder a una masaje sexual, lo fácil que es encontrarse con alguien, lo fácil que es estar bien y disfrutar y claro… qué fácil es lo fácil pero qué difícil es llegar a lo fácil, lo difícil que es adentrarse en un mundo fácil. La dificultad de atravesar prejuicios, desconfianzas, miedos…Y esto me apenó, por mí y por la humanidad entera que andamos más bien siempre en la dificultad. En términos psicológicos lo describiría como el primer tramo que hay que atravesar (la dificultad) es el Ego o carácter o coraza y lo fácil sería nuestra parte más esencial, nuestro ser, nuestro yo, que no se complica el vivir. Pero es cierto que intentamos llegar a esto último por algún atajo sin querer pasar por la primera parte y es imposible. Bueno, a los que están muy trabajados a nivel personal supongo que o les costará menos o no les costará. En ello estoy y seguiré.

Y empecé a reírme y reírme por esa facilidad de todo. Es de auténtica risa lo sencillo que es todo mujeres. Y es de auténtica tristeza lo complicado que lo hacemos, aunque según lo escribo me doy cuenta de lo trillado que está este concepto. Y estuve un buen rato con una frase que repetía una y otra vez “qué bien, qué bien, qué bien” lo sentía en todo mi cuerpo. Alejandro me indicaba que quizás este era mi mantra, que lo utilizara y lo hago siempre que me acuerdo. Infalible. Me funciona mucho.

Todo esto me indica la importancia de los momentos de después del orgasmo. Lo importante que es darle un espacio, vivir lo que se siente, ponerle conciencia a los momentos que le siguen al orgasmo . Me parecen de una lucidez amplia.

En algún momento antes de todo esto, recuerdo haber topado también con el señor Daño, el daño causado por los hombres en mi vida y lloré y lloré y lloré, lo lloré. Y sentí el consuelo de Alejandro, su presencia, su compasión y su ánimo para seguir adelante y no quedarme enganchada en este lugar. Oía, aunque no lo dijo, un “vale, vale, pero ya está. Te hemos hecho mucho daño pero sigamos adelante” Fue muy importante su intervención en este momento del masaje, tanto su acompañamiento como su empujoncillo para seguir adelante.

También topé en algún momento del viaje con doña Agradecimiento. Qué gran mujer esta, qué gusto me produce sentir agradecimiento. Lo sentí hacia Alejandro. Me pareció muy generoso ayudando y compartiendo sus conocimientos con las mujeres. Creo que hay que ser muy valiente para adentrarse en el camino de la sanación sexual, donde siempre hay delgadas líneas entre casi todo. Así que aprovecho la coyuntura para volver a agradecerte tu guía Alejandro. Porque también me di cuenta de que, al fin y al cabo este masaje no deja de ser un encuentro entre dos personas, entre un hombre y una mujer y en estos intercambios las cosas que se producen son muchas. De todas maneras, de esta parte del encuentro con el hombre hablaré en próximas partes.

También pude sentir mi propia generosidad por mostrarme tal cual soy, mi desnudez, con lo que hay, lo que no hay, etc.

Al finalizar Alejandro me obsequió con la imagen que había tenido de su intervención. Me dijo que había visto una puerta grande, enorme, con una cerradura pequeña y que parecía que pesaban mucho las puertas y que no iba a poder abrirlas. Así que decidió llamar y esperar a que abrieran. Como eran puertas grandes imaginó que la casa sería grande y tardarían en abrir así que decidió quedarse fuera esperando sentado la apertura. Y las puertas se abrieron. Qué bonito. Qué bonita descripción de mí, de mi sexualidad, de mi ser mujer, de mi con el hombre, de mí incluso con la vida y con lo que hay esperándome.

Lo más importante de este tramo del viaje fue la integración que sentí que se produjo entre mi corazón y mi sexo, entre mi parte afectiva y sexual. Y esto me resulta muy complicado explicar cómo se dio y por qué sé que se produjo, así que me reservo este cachito de intimidad para mí. Lo estoy saboreando ahora mismo.

En el próximo viaje os contaré los días posteriores al masaje, cómo me sentí, cómo lo he integrado y los aspectos que se han movido con mi pareja.



jueves, 2 de mayo de 2013

Mi viaje (1ª parte) por Aurora

Desde el momento en que me subí a la camilla dispuesta a recibir el masaje para mujeres, supe que aquello iba a ser un viaje. Un viaje a mi interior, a mi sexualidad, a mi sexo, a mi ser mujer, a mis emociones y pensamientos y al encuentro con el otro, con el hombre.

Y así fue, pasó lo que pasa en todos los viajes: perdí la noción del tiempo, todo me parecía nuevo, topé con el miedo, los nervios, la dificultad, el famoso pensamiento de “qué hago yo aquí” y finalmente con la entrega al placer y el no querer que se termine el viaje y el agradecimiento por todo lo visto, sentido y compartido.

Voy a intentar desmenuzar lo que fui viviendo por varios motivos. El principal: es algo que quiero hacer para mí, siento que necesito escribirlo, que me va a ayudar a hacer un puzzle importante: mi sexualidad. Y el secundario, por generosidad, porque me gustaría que todas las mujeres del mundo pudieran experimentar un viaje parecido a éste cogidas de la mano por un profesional como Alejandro. No tengo hijas pero intuyo que en breve vendrán o eso espero y me hacía la reflexión sobre si les recomendaría un masaje como este. Mi respuesta es rotundamente afirmativa.

Me gustaría decir antes de comenzar a contarles, que efectivamente mi viaje fue mío, es muy posible que no se parezca al de el resto de mujeres o sí, o en algunas cosas sí y en otras no. Porque básicamente creo cada una tenemos nuestros aspectos a mirar, a trabajar, nuestras historias de vida son distintas, nuestra experiencia con la sexualidad es diferente y un largo etcétera, así que lo que descubriremos será muy personal e intransferible. Aunque también sé que lo que tenemos en común y nos une a todas y cada una de las mujeres tiene mucha más fuerza que lo que nos diferencia y por eso es importante compartir lo de uno, por si le sirve a otros.

Me avergüenza comenzar diciendo que soy psicóloga de profesión y tengo 37 años. Y me avergüenza porque pareciera que tengo que tener determinado avance personal pero me doy cuenta que no, que mi edad y mi profesión tan solo me sirven para atreverme a dar un paso como éste y experimentar un masaje sexual. Así que con lo primerito que topé fue con mi orgullo, mi orgullo de “yo no debería necesitar un tipo de masaje así” Pues sí, lo necesitaba y me agradezco haber podido atravesar esta primera barrera porque además me quedaban unas cuantas más por atravesar.

Intentaré moverme con comodidad entre lo profesional-teórico y la experiencia personal vivida, entendiendo las grandes limitaciones que tengo en ambos terrenos pero así me ayudará a estar en una actitud más humilde. ¡Allá voy!

Lo primero con lo que me encontré fue con la sensación continuada de estar yendo a mi propio ritual de paso de niña a mujer. Ir de la mano con un hombre a realizar esta bonita transformación. En nuestra cultura este rito no existe, bueno, en realidad casi ningún rito. Una auténtica pena a mi parecer.

La menarquía (primera menstruación) quizá sea lo que marque más este paso. Las felicitaciones que se reciben y la típica frase de “ya eres una mujercita”. Esto marca, mujeres. Y por lo que sé, de muy diferentes maneras. Todas tenemos una historia de alegría o tristeza o vergüenza o pudor o desconcierto, etc. con nuestra primera menstruación. A mí no me gustaron esas felicitaciones, no entendía nada, no quería hacerme una mujer, no sabía qué podía implicar eso, nadie me lo explicó y sentí mucha vergüenza. Pero bueno, no viene al caso. Vuelvo al masaje y lo que sí sentí fueron ganas de llamar a mi madre, incluso en un momento hice la broma para relajar mi nerviosismo y lo dije en alto “mami, mami”. Me gustaría que las madres acompañaran a una transición así. Por pedir que no quede. Pero no, al final la mayoría de nosotras nos hemos apañado con el sexo cómo hemos podido y supongo que lo mismo ellos. Con escasos acompañamientos parentales y más bien de iguales y esto con suerte. El caso es que me alegré que, aunque de adolescente no lo hicieran conmigo, poder hacerlo ahora yo de mayor, eligiendo la persona y la forma, con un profesional de la sanación, de la mujer, de la sexualidad y sobre todo, con un gran corazón.

Vergüenza, pudor, nervios, incluso un poquitín de miedo…en fin, todas esas cosas que se experimentan ante lo nuevo, lo desconocido, fueron los primeros sentimientos con los que topé de primeras. Inevitables por otro lado pero qué bien, porque podía verlo y acompañarme, estar conmigo. Sobre todo viví con mucha claridad cómo iba atravesando mi propio pudor, pudor de estar completamente desnuda, de mostrarme toda yo, de sentir su masaje en mi cuerpo.

Y ya está porque la relajación, la comodidad, el sentirte a gusto, acompañada y tranquila le competen a Alejandro. Así que, atravesada esta segunda barrera de timidez, topé con el dejarme hacer, dejarme sentir, dejarme tocar, dejarme mirar y de momento a poco más podía llegar. Y claro, escribiendo esto me pregunto si no habré sentido este pudor en cada relación sexual que he tenido ¿Y saben? Creo que tristemente la respuesta es afirmativa. Si no en todas, en muchas. Y el problema para mí es siempre el mismo, no estar atenta a mí, a lo que siento, a lo que me pasa, a lo que quiero, a quien soy. Y claro, en una experiencia así es muy difícil escaparse a una misma.

Desde mi punto de vista profesional lo que puedo aportar sobre la magia de este masaje es el nivel de presencia, conciencia del momento y de sí mismo que se adquiere. Y cuando uno se ve y se siente con tanta claridad y lucidez es muy fácil que algo cambie y mejore después, sencillamente y sin más. Sólo por el famoso “Darte cuenta” utilizado en la Terapia Gestalt. El Darte Cuenta de qué sientes, piensas y experimentas en cada minuto del masaje tiene un efecto curativo en sí mismo.

Y bueno, atravesado todo esto que no es poco, pues ya pude entrar en otros lugares más agradables. Una confesión: qué excitante es en sí misma la situación mujeres. Muy excitante. Aunque también confieso que la excitación venía y se iba. Iba a ser toda una conquista personal por mi parte dejarme entrar en esa parte del viaje.

De camino, topé con la sacralidad de mi vulva, de mi vagina, de mi sexo, de mi coño, de mi punto G. Me cuesta utilizar el término apropiado para mí. Tendré que ir encontrándolo a lo largo de este escrito con vuestro permiso. Ponerle nombre a las cosas ayuda a integrarlas, a reconocerlas, a darles un sitio. Así que voy a aprovechar la coyuntura. Me parece importante decidir qué palabra describe mejor para nosotras nuestro sexo, creo que voy a elegir de momento esta.

Contactar con la sacralidad de mi sexo fue una experiencia de auténtica plenitud y alegría. Algo que entendía desde mi parte racional pero que nunca había experimentado vivencialmente. Así que agradecida. Sin embargo, me di cuenta cómo puedo “esconder” lo que valoro como sagrado justo por este hecho, por ser sagrado lo guardo, lo atesoro, lo escondo tanto, tanto, tanto que no se puede acceder, ver, disfrutar, utilizar…y entonces topé con la importancia de normalizar lo sagrado, mostrarlo, no realzarlo tanto, simplemente tener conciencia de ello y ya. Lo sagrado también tiene derecho a la vida y no necesita tanta sobreprotección.

En la siguiente entrada, la segunda parte de mi viaje, intentaré explicaros cómo viví el masaje en sí, lo que sentí.

martes, 30 de abril de 2013

Nueva colaboradora y nueva aventura

Estoy muy feliz de poderos anunciar una colaboración muy especial. A partir de ahora los talleres de masaje para mujeres contará con Aurora, Psicóloga y Terapeuta Gestalt, experta en terapia grupal y apasionada del trabajo con mujeres desde diferentes ámbitos: sexualidad, adicción, obesidad, autoestima, voz, cuerpo, etc.

Nos aportará su visión, su experiencia y su profesionalidad para dar calidad y amor a los talleres.

Se considera una amante del conocimiento personal y la salud mental, experimentadora de diferentes terapias alternativas y seguidora del masaje para mujeres.

También ha experimentado el masaje en persona y ha querido compartir su experiencia con todas vosotras, así que en un par de dias podreis leer su primera entrada en este mismo blog.

Os garantizo una apasionada e interesante lectura. No dejeis de seguirnos!

jueves, 18 de abril de 2013

¿Puedo yo aprender este masaje?

Ayer tomando el té con una buena amiga, a la que admiro y respeto, y hablando sobre los futuros talleres sobre el masaje para mujeres, me preguntó: ¿puedo yo aprender este masaje?

La pregunta obviamente hacía referencia a si cualquier persona que lo desease o quisiese aprenderlo podría hacerlo a través de uno de mis talleres.

Cada uno de los talleres están enfocados al autoconocimiento primero, y al conocimiento del compañero sexual y el enriquecimiento de ambos después, por lo que en conjunto provocaría una sanación tanto de la pareja como de cada individuo.

- "¿Pero puedo aprenderlo?" Me preguntó.
- "Puedes" le contesté.

Este masaje, como masaje erótico y como "terapia" para mejorar la salud sexual, es ya de por si un masaje que puede ayudar hoy día a muchisimas parejas, pero la sanación a través de la energía sexual va mucho más allá y se puede aprender.

La técnica manual es sencilla, y con un poco de práctica se puede manejar en poco tiempo. Incluso visualizando algún video o leyendo un libro y teniendo un poco de habilidad podría aprenderse sin necesidad de acudir a ningún taller.
Pero la sensibilidad, la percepción y la destreza necesaria para saber qué ocurre y qué siento bajo las manos, necesita de un entrenamiento y unos ejercicios guiados.

En esto último es en lo que se concentran todos los talleres. El autoconocimiento y el control de nuestra energía para poder sentir con nuestras manos y dar la respuesta correcta a las necesidades de nuestra pareja, es el centro de los talleres.

El objetivo de los talleres es el mismo que el masaje para mujeres: recuperar el equilibrio y la armonia de la mujer y en consecuencia de su pareja, a través de la sanación utilizando el poder de la energía sexual.



jueves, 11 de abril de 2013

Enseñar a los hombres

Algunas mujeres de mi entorno, amigas y clientas, y también a través del correo electrónico, me preguntan y proponen un taller donde enseñar a los hombres este tipo de masaje.

La idea es muy interesante, y me seduce de tal modo que estoy preparando uno. Pues este es un tipo de masaje que realizado en pareja, puede fortalecer los lazos ya existentes o recomponer los que ya estaban un poco deteriorados; también muestra al hombre el significado del altruismo sexual y los beneficios que otorga a ambos.

Pero mientras pensaba en el taller, en cómo plantearlo y cómo transmitir mis conocimientos, me di cuenta de que antes de enseñar al hombre y darle una herramienta para fortalecer la unión con su pareja, también había que enseñar a la mujer a prepararse para ese encuentro.

Por ese motivo, he desarrollado paralelamente un taller que enseñe a la mujer a redescubrirse, a despertar su curiosidad por si misma y su propio placer, y sobre todo a cómo conseguir atraer a su pareja hacia su camino y enseñarle, con amor, cómo debe actuar con ella.

Y para las parejas que deseen compartir la experiencia del masaje, estoy preparando un taller mágico, donde se enseñe a recibir tocando, a sentir transmitiendo y a dar la respuesta adecuada en cada momento a través de la sensibilidad, el respeto y el amor.

En definitiva, cada uno de estos talleres pretende enseñar al hombre (de forma directa, a través de la mujer o en pareja) a disfrutar de la mujer, a compartir sus placeres, a preocuparse por saber qué la complace y cómo complacerla y sobre todo a conseguir una unión y una armonia absoluta.

miércoles, 3 de abril de 2013

No tengo deseo: Inapetencia sexual

Hace unos días, recibí una llamada de una mujer que estaba preocupada porque no sentía deseo de hacer el amor.

La inapetencia sexual femenina es un bloqueo que pueden sufrir algunas mujeres en alguna etapa de su vida debido al estrés, después de un embarazo, a causa de la falta de habilidad sexual de su compañero, por la menopausia... Y en la mayoría de los casos es solo pasajera.

Pero hay mujeres a las que este bloqueo le dura meses, y en algunos casos, como el de la mujer que me llamó, desde siempre.

La falta de deseo sexual no debería ser un problema en si, pues para la mujer que vive esta inapetencia, no solo es normal sino que si pudiera viviría sin sexo toda su vida.

El problema surge cuando la pareja es sexualmente activa. La mujer inapetente suele "sacrificarse" para complacer a su pareja, pero no suele hacerlo con la frecuencia que el otro necesita, y a pesar de estar muy enamorados, la relación sufre conflictos y en algunos casos llega la ruptura.

Lo curioso de estos bloqueos es que cuando la mujer se "sacrifica", disfruta del momento e incluso logra llegar al orgasmo, pero no le satisface lo suficiente como para "sacrificarse" de nuevo en poco tiempo.

Con el masaje para mujeres, se trabaja la consciencia y el autoconocimiento para que lo sexual y lo emocional se unan, para que se sienta como uno solo.

Porque queda claro que no es incapacidad de obtener el orgasmo, tampoco existen insatisfacciones o represiones, y por otro lado existe una amor y una unión hacia la pareja fuerte e incondicional. Lo que no hay es lo que vincula al sexo y al amor: el deseo.

La energía sexual liberada en el masaje "abre" esa puerta que comunica ambas cosas. Despacio, ayuda a descubrir que el deseo si habita en nosotras, solo que yacía dormido. Y como la persona que no está acostumbrada a hacer ejercicio, al principio provoca pereza, otras veces parece un esfuerzo, pero poco a poco se coge el gusto y finalmente se hace imprescindible en nuestras vidas.

jueves, 28 de marzo de 2013

Trabajando el bloqueo

Reprimimos y rechazamos determinadas emociones, deseos y comportamientos propios para asegurarnos el amor de nuestra pareja y satisfacer las expectativas de la sociedad, de la familia o de una imagen de nosotras mismas. Esto genera un bloqueo, manifestándose como emociones negativas (que están mal vistas) que a su vez volvemos a reprimir para no perder la simpatía de nuestra pareja y los que nos rodean. Se produce así un vacío que nos lleva a llenarlo intentando poseer el amor, buscar reconocimiento o adquirir bienes materiales que, sin embargo, a la larga nunca nos satisface según lo esperado y nos decepcionamos, por lo que conseguimos una ansiedad que nunca acaba.
Con el masaje para mujeres conseguimos disolver estos bloqueos y, los pensamientos y las emociones liberadas (como el llanto, rabia, etc…) no son rechazados, sino sustituidos por la experiencia de la relajación, la alegría y el placer creciente, ocurriendo una transformación positiva y eliminando la ansiedad.
Hay que aceptar y aprender de lo liberado y concentrarse en ello cuando esto sucede, y aún más si es doloroso y desagradable, pues activa el poder de sanación.
Aquí se trata de nosotras mismas, y sólo en segundo lugar los demás. El objetivo es conocerse y desbloquearse así misma a través de la energía sexual.

lunes, 18 de marzo de 2013

Altruismo sexual

La semana pasada hablábamos del masaje para mujeres como vía para conseguir la consciencia sexual, y así provocar que la mujer piense en su propio placer y obtener el orgasmo independientemente del tiempo que le dedique el hombre.

Pero a pesar de ser mujeres conscientes de sí mismas y de su cuerpo, a pesar de conseguir llegar al orgasmo sin problema, hay mujeres que acuden a mis sesiones porque intuyen (debido a esa consciencia sexual) que no han llegado a su límite y algo las impulsa a querer descubrirlo; se preguntan si realmente podrían disfrutar más y sienten que desean más, que lo necesitan. Esta necesidad suele generar ansiedad y en ocasiones insatisfacción a pesar de haber disfrutado y obtenido al menos un orgasmo, lo que a su vez genera más ansiedad y algo de confusión.

Hay hombres, que piensan que si se lanzan al ataque y ya desde el principio se ponen a estimular vigorosamente el clítoris de una mujer, son los mejores amantes del mundo. Hay otros hombres que, bien porque la mujer responde a sus insinuaciones de sexo con rapidez y deseo, bien porque ellas son las que buscan el encuentro sexual, creen que no es necesario hacer nada más.

Para la mujer, tener una pareja que carece de habilidades sexuales y que es incapaz de aprenderlas (o no quiere aprenderlas) con el tiempo, evidentemente puede resultar frustrante y disminuir el deseo a tener relaciones sexuales.

Con el masaje para mujeres, se trabaja la activación de la energía sexual para descubrir, al liberar dicha energía, la intensidad máxima de los orgasmos, la capacidad de llegar al orgasmo, despertar la multiorgasmia, romper las barreras que a veces genera la mente y así saber la mujer dónde puede llegar y poder demandar y enseñar a su compañero lo que realmente quiere.

Preocuparse del placer sexual de una mujer lo suficiente para dedicar un tiempo a aprender lo que la excita y le produce un orgasmo, es ALTRUISMO SEXUAL, que la mujer siempre recompensa.

lunes, 11 de marzo de 2013

Consciencia sexual

Antes de comenzar un masaje, siempre mantengo una pequeña conversación para saber cómo se siente cada mujer y qué es necesario trabajar. Un dato que me llama mucho la atención, es la coincidencia de muchas mujeres explicandome que se sienten frustradas porque no consiguen llegar al orgasmo, la mayoria de las veces, con sus parejas (sin embargo, cuando jugaban con ellas mismas no tenían ese problema).

La mujer por norma general, es más generosa en la cama que los hombres. Le gusta preocuparse por el placer de su pareja y lo antepone al suyo propio, esperando la reciprocidad de su compañero sexual. Pero si el hombre no se preocupa del placer de la mujer y eyacula antes de que ella llegue al orgasmo, es posible que ella vaya perdiendo el interés por el sexo porque esa insatisfacción le resulte demasiado frustrante. Incluso a algunas mujeres se les genera un bloqueo tan fuerte, que incluso cambiando de pareja sexual siguen sin conseguir llegar al orgasmo.

Por eso mismo, en este caso concreto, el masaje para mujeres es ideal porque no compromete a la mujer a hacer nada ni pensar en la otra persona. De hecho, se le intenta transmitir durante toda la sesión esa sensación. Al tomar contacto con la piel, las manos trabajan como si pudieran susurrar:
"Mujer, cierra los ojos. Acepta este regalo y disfruta del masaje. El tiempo ya no importa. Este es tu momento, sólo para ti. Ahora no existe nadie más, sólo tú. Fluye, siente la energía recorrer todo tu cuerpo. Permítete disfrutar"

Esta mentalidad, junto con las técnicas de sanación y masaje, permite atravesar el bloqueo y romperlo. Al eliminarse, llega una sensación de alivio y liberación que consigue que la mujer tome de nuevo consciencia de ella misma, de su cuerpo, provocando que piense en su propio placer y consiga obtener un orgasmo independientemente del tiempo que le dedique el hombre.

Próxima entrada: el altruismo sexual.

viernes, 8 de marzo de 2013

La sesión

El desarrollo de la sesión es similar a la de otros masajes, aunque aqui se recomienda un baño caliente relajante antes.
El ambiente se prepara para que resulte íntimo y agradable, con música suave, velas e incienso.
Se comienza con una pequeña charla, breve, para conocer las inquietudes y dudas previas y explicar la dinámica de la sesión. La mujer es libre de expresar sus emociones y necesidades, pues la experiencia es unicamente suya; el masajista es tan solo la herramienta para conseguir el objetivo marcado en cada sesión.
El masaje se desarrolla sin ninguna prisa, abarcando la totalidad del cuerpo con pases largos, envolventes, lentos. Las manos recorren cada rincón de piel buscando y eliminando cualquier signo de tensión, de estrés, activando la energía sexual y potenciándola. Cuando la mujer está preparada, se masajea la zona genital para liberar esa energía y que comience la sanación. En esta parte del masaje el tiempo se para. El ritmo se adapta a cada mujer, a su respiración y se buscan los bloqueos energéticos existentes para trabajar sobre ellos. Con suavidad y desde la quietud se va intesificando el ritmo hasta conseguir la explosión y liberación emocional posorgásmica.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Comenzamos

Bienvenidos al blog de Masaje para mujeres.

Cada una o dos veces por semana, publicaré una entrada hablando de todos los aspectos que rodean a mi trabajo de sanación e intentando resolver dudas planteadas por usuari@s y clientes.

Esperando a que lo publicado semana a semana sea de tu interés y pueda ayudarte a conocerte mejor y hacerte crecer un poco más, te animo a participar activamente con tus comentarios.

Un saludo!

martes, 5 de marzo de 2013

Descúbrete plenamente como mujer

Aunque principalmente este masaje enseña a conectar con el propio cuerpo, con la propia energía sexual y a desarrollar la capacidad de recibir y experimentar placer, posee una finalidad más allá del mismo placer.
El masaje para mujeres entra en lo más profundo del subconsciente para eliminar bloqueos, insatisfacciones, inquietudes, lograr mejores orgasmos o sencillamente eliminar tabúes y así sentirse más a gusto con un hombre.
Uno de los beneficios más inmediatos de este masaje, es que acorta la llegada del primer orgasmo, de modo que una mujer puede alcanzar rápidamente la satisfacción con cierta independencia del tiempo que el hombre le dedique durante el acto.
Otro de sus beneficios a más largo plazo, es la conciencia de gozo y plenitud que ayudan a sanar heridas emocionales y bloqueos.
Descúbrete como mujer sexual.